No soy hombre envejecido
ni animal embrutecido.
Maquinaria soy, diseño fallido,
de carne un constructo envilecido
Se te instala un pinchazo continuo en el corazón. Como si la aguja de un pequeño inflador se instalase en tu corazón, rozándolo y recordándote que está ahí, preparado para entrar en acción en cualquier momento. En cada respiración la sientes clavada dentro de ti. Cuanto más profundo respires, más intenso será el pinchazo.
La continuidad, ya normalizada, se rompe con un estallido. A cada latido, sientes como si un poco de aire entrase en tu pecho. Como si un globo se estuviese hinchando dentro de ti. Más latidos. Más se hincha el globo. Más presión en el corazón. Más dolor. Más sensación de que algo está a punto de estallar.
No hay remedio que aplicar. Solo doblarte sobre ti mismo. Calmarte. Soportar que tus propios latidos bombeen en tu cuerpo un dolor cada vez más intenso. Hasta que, con suerte, todo se pase al cabo de unos minutos. Hasta el siguiente brote. O no. Porque eres consciente de que quizá este sea el último y definitivo
Una vida diseccionada en instantes que se mantienen en el tiempo.
La espondilitis anquilosante desde la mirada de un afectado
La expresión artística mediante la fotografía es el núcleo del proyecto.
Más allá de una aurora hay despedida.
Más allá de la piel hay carne vacía.
Más allá del llanto está la herida.
Más allá del dolor, más dolor todavía.
La espondilitis es una enfermedad inflamatoria crónica y sistémica. Es conocida como la enfermedad de la caña de bambú, ya que la fusión de las articulaciones vertebrales hace que la columna adopte la forma del tallo de dicha planta, limitando la movilidad y aumentando el riesgo de fractura vertebral. Si bien el síntoma más conocido es el dolor de la espalda, la espondilitis es más que un dolor de espalda ya que otras articulaciones e incluso otros órganos pueden verse comprometidas.
La afectación de la enfermedad se puede dividir en dos grandes segmentos: aparato locomotor y enfermedad sistémica.
En el aparato locomotor, las partes del cuerpo más comúnmente afectadas son la columna vertebral y las articulaciones sacroilíacas. En ellas la inflamación mantenida puede ocasionar la fusión de las articulaciones y la pérdida total de movilidad. Otra de las afectaciones son las grandes articulaciones de miembros inferiores: caderas, rodillas y tobillos, que en los casos más graves lleva a la sustitución de la articulación por prótesis. También puede afectar a los tejidos blandos, siendo las inserciones de los tendones en los huesos las más afectadas. Los casos más típicos en que se producen estas inflamaciones son la fascia plantar y el tendón de Aquiles.
Además de lo anterior, la espondilitis puede tener una afectación extraarticular debido al carácter sistémico de la enfermedad. Dentro estas afectaciones están la uveítis, pericarditis, afectación pulmonar debido a la disminución de la capacidad de movimiento de la caja torácica y/o inflamación de la pleura, enfermedades inflamación intestinales e incluso prostatitis.
Por último, existen otro tipo de comorbilidades. Estas afectaciones no están producidas por la enfermedad propiamente dicha, si no por su tratamiento y padecimiento continuo de la inflamación. La afectación más importante provocada por medicación continuada es la osteoporosis. Otros ejemplos son el aumento del colesterol y los trastornos cardiovasculares, produciendo isquemia o infarto, por el mantenimiento de la inflamación.